1 Corintios 10:31-11-1: Homilía

(Por favor lean este pasaje antes)

El 14 de febrero: el sexto domingo de OT:

Mis hermanos y hermanas,

San Pablo escribió, “Todo lo que hagan ustedes, sea comer, o beber, o cualquier otra cosa, háganlo todo para gloria de Dios.”  Es muy difícil hacerlo.

Mis padres, cuando yo era muy joven y cuando ellos necesitaban salir, nos decían a mis hermanos y mí que no nos peleáramos.  Pero podíamos encontrar muchas formas de pelear sin necesitar de pelear a golpes.  Cuando mis últimos dos hermanas eran muy jóvenes, mis padres, cuando necesitan salir, les decían en cambio, que necesitaban compartir sus cosas.  Es más difícil compartir que no golpear.  Es más difícil hacer lo positivo que evitar lo negativo.

San Pablo, como mis los más sabios padres, decía que necesitábamos hacer todo para gloria de Dios.  ¿Por qué?  El miércoles comienza el tiempo de la cuaresma.  Es el tiempo cuando nosotros debemos hacer penitencia por nuestros pecados.  Siempre necesitamos arrepentirnos de nuestros pecados, pero la cuaresma es especialmente el tiempo muy importante para arrepentirnos.

Muchos se abstienen de dulces u otra comida que les gusta.  Muchos otros hacen especiales obras buenas y penitenciales por la cuaresma.

Muchas veces, cuando nos abstenemos de alguna cosa que nos gusta o hacemos nuevas obras penitenciales, nuestras familias, amigos, vecinos y compañeros sufren.  Es lo que nuestros cuerpos buscan la satisfacción de la cosa omitida o de la nueva cosa hecha y busca esta satisfacción en otras personas.  Somos orgullosos por la comida omitida o la obra hecha, pero nuestras familias, amigos, vecinos y compañeros están tristes.

Es sicológico cuando nuestro cuerpo sufre y nuestro espíritu está vacío así que desahoguemos riñendo a alguien.   Cuando frenamos nuestros cuerpos nos hacemos sicológicamente con hambre y queremos alimentarnos por lo tanto molestamos a los demás.  Es un riesgo laboral la cuaresma.

Pero, nuestra penitencia debe ser para la gloria de Dios, no para nuestra gloria.  Si por nuestra penitencia causa que otros sean tristes, debemos cambiar esta penitencia y elegir otra que vaya a dar gloria a Dios y gozo a los vecinos, familia, amigos y compañeros.

Como San Pablo escribió, “Todo lo que hagan ustedes, sea comer, o beber, o cualquier otra cosa, háganlo todo para gloria de Dios” este cuaresma.  Es muy difícil, pero podemos hacerlo.