(Por favor lean este pasaje antes)
Mis hermanos y hermanas,
“Caminamos guiados por la fe, sin ver todavía.”
Dios nos creó con nuestro cuerpo. Somos criaturas que necesitamos tener el cuerpo. Por el cuerpo podemos comunicar con los demás, podemos disfrutar de nuestra familia y los bienes del mundo y podemos hacer acciones buenas y las malas. Porque tenemos el cuerpo, podemos morir. Por el cuerpo podemos aprender de Dios y su amor para nosotros aunque tenemos que caminar por la fe, sin ver todavía.
Porque el cuerpo es una parte esencial para nuestra vida, vamos a tener el cuerpo después de nuestra muerte cuando veamos la gloria de Dios cara a cara.
Queremos ver a Dios cara a cara hasta ahora, pero en esta vida podemos conocer a Dios por signos recibidos por el cuerpo. Sólo después de la muerte, en cielo, podemos ver a Dios cara a cara por nuestro cuerpo glorificado.
Mientras vivimos en el cuerpo, aunque queramos ver a Dios cara a cara, nos sintamos desterrados, lejos de la habitación de Dios. Pero, estamos aquí y Dios está cerca de nosotros. En esta vida terrestre Dios está cerca de nosotros aunque no lo veamos: caminamos por la fe, sin ver todavía. En la gloria de Dios, nuestro cuerpo, transformado en el cuerpo celestial, podrá ver a Dios cara a cara.
Podemos disfrutar a Dios en esta vida del destierro y también en la patria.
En los libros de san Pablo, el cuerpo es bueno y vamos a tener este mismo cuerpo, aunque glorificado, en la patria. Tenemos que respetar el cuerpo, honrarlo, cuidarlo para que nuestro cuerpo pueda ayudarnos a servirnos mejor para la gloria de Dios. Nuestro cuerpo está destinado para la gloria con Dios para siempre.
Necesitamos el cuerpo para comunicarnos con Dios y con el mundo. Dios no tiene un cuerpo, pero puede comunicarse con nosotros por signos, y en base a los signos, nosotros podamos entenderlos con nuestro cuerpo. Es la obra del Espíritu Santo y del Hijo de Dios a traducir la palabra de Dios en el idioma humano para que podamos entender el mensaje de Dios. Cuando Dios quiera hablar con nosotros Dios utiliza el principio sacramental para que entendamos lo que Dios dice. El principio sacramental es que Dios nos habla sólo por signos humanos que podemos entender.
La biblia tiene las palabras de Dios escritas en palabras humanas. Los sacramentos tienen la acción de Dios por signos terrestres, como agua, aceite, pan, vino, y el amor de los esposos.
Por el cuerpo podemos recibir las palabras de Dios, hacer nuestro trabajo, alabar a Dios, y disfrutar la gloria del cielo siempre. Nuestro cuerpo es bueno. “Caminamos guiados por la fe, sin ver todavía.”