Por favor, lean este pasaje antes.
Mis hermanas y hermanos,
La carta de San Pablo a Filemón es la más pequeña de todas sus cartas. Onésimo era esclavo fugitivo de su amo, Filemón. Ha llegado a Pablo donde se ha convertido a la fe en Cristo. Aunque Pablo podía usar a Onésimo para sí mismo, lo hizo volver a su amo.
Sus amos podían castigar severamente a los esclavos fugitivos. Filemón podía castigar a Onésimo u, tal vez, matarlo. Cuando Pablo lo hacía volver a su amo, esperaba que Filemón lo recibiera como un hermano, porque por su bautismo Onésimo se ha hecho único con Cristo y único con su amo Filemón.
Onésimo, el esclavo fugitivo, era inútil a su amo. Onésimo, de quien su nombre dice El Favorable, era inútil a su amo, Filemón, (de quien su nombre se dice El Amado). Onésimo, el esclavo fugitivo, que era inútil a su amo, se hizo útil a San Pablo y San Pablo lo hizo volver a su amo paraque el inútil pudiera ser útil a su amo.
Pablo no mandaba a Filemón para que necesite liberar a su siervo, pero si, animaba que Filemón lo libere sin límite como su hermano en Cristo.
¿Quién era Onésimo? Era un esclavo fugitivo e inútil que lastimó mucho a su amo. Pero si, por la enseñanza de San Pablo y la gracia del bautismo, el enemigo de Filemón se hizo amigo y hermano amadísimo de Filemón.
Tenemos muchos Onésimos en nuestra vida. Son inútiles para nosotros, pero si, son también nuestros hermanos útiles a Dios. Necesitamos recibirlos como hermanos amadísimos de Dios y colaboradores en la obra del evangelio. Tenemos que quererlos, que honrarlos, que trabajar con ellos como colaboradores elegidos por Dios.