Por favor, lean este pasaje antes.
Mis hermanas y hermanos
“Ni en este monte, ni en Jerusalén” (ni en este edificio) debemos adorar al Padre. Debemos adorarle “en espíritu y en verdad”. “Los que quieran dar culto verdadero al Padre deben adorarle en espíritu y en verdad, porque así es como el Padre quiere que se le dé culto.” Todos los que están aquí: bienvenidos porque están aquí para dar culto espiritual y verdadero al Padre.
Los que son elegidos a recibir bautismo en la vigilia pascual están estudiando las Escrituras para aprender la verdad de Dios. Quieren adorar a Dios en su verdad. Quieren saber la palabra de Dios y su voluntad. Quieren ser discípulos verdaderos de Cristo. Quieren vivir según la palabra de Dios. Ellos son ejemplos buenos para nosotros. Ellos nos desafían en nuestra vida a adorar a Dios en espíritu y en verdad.
La mujer en el evangelio quería el agua viva; no quería el agua muerta, que es estancada. En naturaleza, agua viva fluye como agua en los ríos y océanos del mundo. Las aguas vivas del mundo fluyen con el espíritu del viento, de las estaciones, de la lluvia y de la nieve. Las aguas vivas no son las aguas de los charcos de barro, pero si, las vivas son limpias y vivificantes.
El agua bautismal es agua viva. Ella fluye con el viento del Espíritu Santo con la fuerza del Padre en la unión del Hijo, nuestro Señor.
Los elegidos para recibir esta agua viva en el bautismo a la vigilia pascual están aprendiendo adorar a Dios en espíritu y en verdad. Necesitan nuestras ayudas. Necesitan ver que vivamos y adoremos a Dios en espíritu y en verdad.A nosotros, nos gusta que estos elegidos están estudiando la palabra de Dios y queriendo caminar con Dios en espíritu y en verdad. Necesitamos también caminar con Dios en espíritu y en verdad. Necesitamos usar este tiempo de Cuaresma para saber mejor como vivamos adorando a Dios en espíritu y en verdad.