El 12 de mayo 2024 Marco 16, 15-20

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Por favor, lean este pasaje antes de la homilía.

Hermanas y Hermanos,

El Señor Jesús ascendió a los cielos.  Este es un paso necesario de la glorificación completa de Jesús.  Esto es parte del misterio pascal.  Jesús murió; Jesús resucito; Jesús ascendió; Jesús envió al Espíritu Santo a su Iglesia y ahora vive en gloria.

Podemos documentar estos pasos.  Viernes Santo, domingo de Pascua, Ascensión, Pentecostés.  Según el relato de San Juan la resurrección, la ascensión, y la venida del Espíritu Santo ocurrieron el día primero de Pascua.  En el arreglo de San Lucas, todo esto se llevó a cabo durante un periodo de cincuenta días.  ¿Cuál es la correcta?  Ambos lo son, porque se trata de un misterio, no de un noticiero.  Incluso si todo sucediera el domingo de Pascua, todavía tendríamos que celebrarlo durante al menos cincuenta días debido a la magnitud del misterio que estamos celebrando.

Hoy celebramos la ascensión del Señor.  El misterio es este: que el Señor ascendió al cielo, pero si permanece con nosotros en la tierra.  “El Señor subió el cielo y el Señor actuaba con ellos y confirmaba su predicación con los milagros que hacían.”  El Señor está en el cielo, pero si ha conservado su casa con nosotros.  Se queda en el cielo, pero si tiene una casa en tierra.  Tiene una casa en la Riviera y tiene otra casa en la otra Riviera.  Él se queda en el cielo mientras que también se queda en la tierra.

Esta es parte del misterio pascual.  El Señor, presente en el cielo está presente también en su Iglesia.  Ascendió al cielo para confirmar la obra que hizo en la tierra.  Ahora desde el cielo confirma nuestro trabajo con signos y milagros.  

No celebramos la ascensión para poder despedirnos de Jesús.   Se va para poder revolver y quedarse con nosotros.  El Señor está con ustedes y conmigo.  Él vendrá de nuevo para tomarnos en sí.  Entonces comprenderemos mejor cómo el Señor puede estar en el cielo y en la tierra al mismo tiempo.