Por favor, lean este pasaje antes.
Mis hermanas y hermanos,
Con las fiestas de la Epifanía y del Bautismo del señor, el tiempo de la Navidad es terminado. La Epifanía se celebra tres misterios: la venida de los magos, el bautismo del Señor, y el cambio del agua convertida en vino en la boda en Caná de Galilea.
Estos tres misterios son proclamaciones de la Epifanía, que Cristo, el Emanuel, está con nosotros para la santificación del mundo. Los magos vinieron del Oriente; las aguas del rio Jordán son benditas para la salvación de todo el mundo, La boda en Caná de Galilea fue el primer signo público del poder de Cristo.
El domingo y el lunes pasados se celebraban los misterios de los magos y del bautismo. Hay que se celebrará la boda de alguna manera ese año. Por el cambio del agua en vino, los discípulos creían en Jesús y por su proclamación, Juan el Bautista dio testimonio que Jesús fue el Hijo de Dios. Los dos son proclamaciones de Cristo y epifanías del Señor.
En su nacimiento, en su infancia, en su juventud, en los primeros días de su vida pública, y en toda su vida, y también en su muerte y su resurrección, Jesús es Hijo de Dios. Este Hijo de Dios se hizo hombre y habita entre nosotros.Este es el Jesús en que creemos y que nos salvé.