(Por favor lean este pasaje antes)
Mis hermanos y hermanas,
Camino cada mañana antes del amanecer, cuando no hay la luz. Camino el mismo camino cada vez. Conozco el camino y no camino como un ciego. Aunque no hay sol, conozco el camino y camino en la luz. No quiero caminar en las tinieblas por un camino que no conozco.
Necesitamos caminar en la luz porque somos hijos de la luz. Somos hijos de Dios que es Luz de la Luz. Debemos conocer nuestros alrededores espirituales para no caminamos en el peligro. Necesitamos la luz y la seguridad de Cristo.
Hay los que luchan para conocer y hacer el bien. Unos no pueden mantener a su familia, ni trabajar porque son débiles, ni proveer hospitalización a su familia, ni dar a su familia lo básico en sus necesidades. No son perdedores, ni pecadores, pero son pobres y no pueden cumplir con sus responsabilidades.
Hay ricos que caminan en la luz y hay ricos que caminan en las tinieblas. Hay pobres que caminan en la luz y hay pobres que caminan en las tinieblas. Esos los que quieren caminar en las tinieblas son los que no caminan en la lux. Sólo las intenciones del hombre son las que determinan si caminan en la luz o no caminan en la luz. Los resultados cuentan nada; sólo las intenciones cuentan las intenciones.
Somos hijos de la luz. El es nuestro misericordioso Dios nos ha llamado de las tinieblas del pecado a su luz admirable por la vida de su Hijo Jesucristo.
Los pobres y los ricos, los que hablan inglés y los que hablan español, los varones y las mujeres, los enfermos y los sanos, los republicanos y los demócratas, los ciudadanos y los demás todos podemos ser hijos de la luz. Todos podemos caminar como hijos de la luz por la misericordia de Dios. No estamos en las tinieblas porque la luz de Cristo brilla en nuestros corazones y acciones. Somos hijos de la luz y caminamos en la luz de Cristo.