Mis hermanas y hermanos
Otra vez, este es el primer día de la semana, el día en quien Cristo resucitó de la muerte. Las puertas están cerradas todavía por miedo de las sombras. La paz falta; la paz necesitamos y la paz queremos ardientemente
En el evangelio de San Juan, Jesús mandó al Espíritu Santo sobre sus discípulos el día de su resurrección. Para San Lucas, Dios mandó el don del Espíritu Santo después de cincuenta días, en el día de Pentecostés. Los dos son correctos porque necesitamos a menos cincuenta días para comprender el don que Dios nos ha dado en la resurrección de Jesús. Necesitamos cincuenta días para celebrarlo.
Tomas tuvo un gemelo. Tomas estuvo ausente de la reunión este día de la Pascua cuando Jesús se apareció a los demás apóstoles. Nosotros también estamos ausentes. Somos como el gemelo de Tomas. Creímos después de los demás. Tomas es ejemplo para todos los que conocen a Jesús después de los primeros creyentes.
Hay las bibliotecas presidenciales y estas bibliotecas tienen muchos libros. La Biblioteca de Jesucristo tiene no más que un libro. La biblioteca de Jesús tiene un solo libro, pero este libro tiene todo los que Jesús ha dicho y ha hecho en la tierra y también todos los que él sigue haciendo por nosotros que creemos en él.
Las mujeres creyeron. Los discípulos creyeron. Tomas finalmente creyó. La Iglesia creyó y todavía cree que Jesús resucitó de los muertos.
Las mujeres y los primeros discípulos gozaron cuando vieron el Señor. El Señor está aquí con nosotros en nuestra asamblea para celebrar su resurrección; está aquí con nosotros en la proclamación de las Escrituras; está aquí con nosotros cuando por los sacerdotes Cristo celebra la misa con nosotros; está aquí debajo de los signos del pan y vino. El Señor está para nosotros a pesar de cualquiera y todas las puertas cerradas que hacemos por el miedo de nuestras sombras.
Alegra, entonces, que estás aquí. Alegra que las Escrituras fueron proclamadas para ti. Alegra que Dios está aquí por medio del sacerdote. Alegra que el Señor está aquí debajo del pan y vino para cultivarnos en su santidad.
Todas estas presencias son reales, llenas y todas. Todas estas son reales y necesitamos tener todas para experimentemos al Señor resucitado en medio de nosotros hoy en este día de la resurrección.