El 18 de diciembre 2022 (Mateo 11:2-11)

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Por favor, lean este pasaje antes. 

Mis hermanas y hermanos,

Tengo un sobrino que no es de la sangre de mi familia.  Pero si, es un Vincent por entero.  Mia hermana le adoptٖó.  A ser Vincent es estar relacionado con les Vincentes de alguna manera.

El profeta Samuel, también, fue considerado como hijo del sacerdote Eli porque Eli le nutría de su juventud.

Para ser hijo de David también, alguien necesita tener relaciones con la familia de David.  José necesitaba adoptarle en su familia para dar a Jesús los derechos de la familia de David.

Alguien puede detestar otro como puede amarlo.  José amaba a María plenamente a pesar de su embarazo.  Tuvo cuatro elecciones.  Podía divorciarse de María públicamente y las autoridades podían matarla.  Podía divorciarse de ella menos públicamente con la perdida de su nombre bueno y el de su familia.  Podía divorciarse de ella sin queriendo ponerla en evidencia, pero con todos los rumores de ella.  Pero si, José eligió casarse con María y aceptar al niño como suyo.  La cantidad del amor de José era la misma cantidad de su misericordia para su esposa.

El Espíritu Santo no trabaja en la manera sexual.  El Espíritu Santo no se casaba con María.  El Espíritu Santo es Espíritu que crea.  Como el Espíritu Santo creaba en el primer capítulo de Genesis, así también el Espíritu Santo creaba y trabajaba en el seno de María en este momento de la recreación del mundo por Cristo.

Como Dios formó la mujer del cuerpo de Adán y la hizo una hembra de un varón, así también la Palabra de Dios se hizo hombre en el seno de la hembra y nació varón de la hembra.  Eva fue de Adán y Jesús fue de María. Aquí en el evangelio de San Mateo, Genesis es renovada.  En todo de esto sabemos que Dios es con nosotros, a pesar de nuestras dudas y vacilaciones.

En todo de esto, el misterio de Dios se junta con el misterio que somos nosotros.  Dios es con nosotros como Dios era con José, María y su pueblo.  Nuestro misterio, el de José, y el de Dios se hacen un solo misterio cuando Dios venga a nosotros para que podamos llegar a Dios.