(Por favor lean este pasaje antes)
Mis hermanas y hermanos,
Hoy celebramos el misterio de la Epifanía del Señor. La palabra epifanía es palabra griega y se dice revelación o bien manifestación. Es misterio que Dios nos reveló es que los paganos son coherederos de la misma herencia de los judíos y de nosotros.
¿Qué son los paganos? Son los que pensamos como diferentes que nosotros: los que no son de nuestro grupo; o de nuestra política; los de una religión otra que nuestra religión; o los de otra raíz, país, nacionalidad. Pero el evangelio es para ellos como para nosotros.
Este misterio dice que estos paganos, los que no queremos, son miembros del mismo cuerpo de Cristo y participes de la misma promesa que nosotros.
Gracias a Dios porque ha ampliado su misericordia por los judíos a nosotros y a nuestros paganos. Estamos unidos con los judíos y los demás del mundo. Gracias a Dios; en su misericordia recibimos la gracia de conociendo su bondad Jesucristo.
Lo que recibimos, necesitamos distribuir a todos los demás que están cerca de nosotros. Necesitamos compartir nuestro gozo y nuestra alegría con los demás, que llamamos los paganos.
Somos cristianos, no para nosotros sólo, pero si para todos los demás, aunque los llamemos paganos o nuestros enemigos. Las divisiones entre hombres y las divisiones entre los hombres y la demás creación deben destruirse.
La gracia de Dios también es para ICE (control de inmigración y de aduana), y para la policía, y para todos los que no nos aman.
El misterio de la Epifanía es que la misericordia de Dios incluye todos los hombre y mujeres sin distinción. Este es la celebración y la alegría de hoy. Los paganos, toda la gente unida con nosotros, somos coherederos con Cristo y compartimos su misma vida, su misma promesa, y su misma misericordia. Que celebremos esta solemnidad con todos los hombres ahora en esta vida y para siempre en la gloria de Dios el Padre.