por favor lean este pasaje antes de la homilia
Hermanas y Hermanos,
“Soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por sus ovejas.”
Pienso que no hay hombre que va a dar su vida por ovejas. Las ovejas no son personas. Puedo ver que un hombre de su vida por otro hombre o por su familia, ¡no por una oveja! Hombre por otro hombre puede dar la vida, ¡pero no hombre por oveja!
Pero si, Jesús dio su vida por todos los hombres y Jesús es Dios. Dios dio su vida por los hombres. Dios es mejor que hombres. Hombres pueden dar su vida por uno igual, pero si Jesús que es Dios pudo dar su vida por hombres, los que no son iguales a Dios.
Porque Jesús es Dios y también hombre, pudo dar su vida. Jesús, que fue mayor como Dios, se hizo menor haciéndose hombre para que pudiera dar su vida divina a los hombres para que los hombres pudieran vivir como Dios vive.
“El buen pastor da su vida por sus ovejas.” Nosotros vivimos con la vida de Jesús el buen pastor. Somos, como es Jesús, pastores por los demás hombres de la tierra. Necesitamos ser buenos pastores. El primer buen pastor tiene otras que no son de su redil y quiere que estos escuchen la voz del pastor y hagan un solo rebaño con el buen pastor.
Nosotros podemos ser buenos pastores con Jesús si dejamos nuestro egoísmo y recibimos a los demás en el nombre de Jesús. Debemos compartir con los demás la vida de Jesús que tenemos. Entonces, como Jesús es, nuestro buen pastor podemos dar a los demás nuestra vida que es también la vida de Jesús.
Nosotros que somos hombres podemos dar nuestra vida por los demás porque compartimos la vida de Jesús. De alguna manera tenemos la vida de Dios y por la generosidad de Cristo podemos compartir esta vida con los demás hombres.