Por favor, lean este pasaje antes.
Mis hermanas y hermanos,
En el principio habían hombres y mujeres, pero si, Dios eligió a Abrahán y sus descendientes. Los paganos trabajaban en la primera hora y Abrahán más tarde, a la última hora.
Los judíos trabajaban primero y los cristianos vinieron más tarde. Los cristianos vinieron antes de que los indígenas de las Américas y los indígenas deben recibir los mismos dones. Una vez a unos católicos de toda vida no les gustaba oír que a un actor famoso que no era católico pero se convirtió y se hizo católico en su lecho de muerte y recibió la misma vida eterna que los demás después de una hora.
Hay muchos que obedecían a Dios muchas horas ante que otros, pero Dios da a todos el mismo don, el don de su gracia, el don de su vida, el don de la vida eterna.
Nosotros no somos privilegiados porque hemos seguido a Dios todo el día; tenemos privilegios por la gracia y el don de Dios, no por nuestro trabajo. Los llamados a la primera hora trabajan para recibir la vida eterna y los llamados a la ultima hora recibirán la misma vida eterna.
Dios quiere que todos nosotros recibamos la vida eterna. No importa cuando trabajamos, pero si, importa que obedezcamos la voz de Dios cuando nos llama.
En el principio habían hombres y mujeres. En el principio y ahora Dios quiere y ama a todos los hombres y mujeres. En Dios no hay principio y fin, porque para Dios todo es ahora, el mismo tiempo.