Por favor, lean este pasaje antes.
Mis hermanas y hermanos,
Hay en este evangelio reyes, sacerdotes, profetas, los que sueñan sueños como José el patriarca, regalos como oro incienso y mirra. Hay también muchos misterios y magos. Los misteriosos magos llegaron del Oriente, el lugar de todos los misterios.
Mateo en su primer capítulo del evangelio ya nos enseñó que el Cristo es hijo de David, el gran rey de Israel. Herodes es rey que es rey romano, no por la sangre del rey David. Los magos querían al rey de los judíos, no al rey romano.
Los sacerdotes judíos sabían que el rey de los judíos tenía que nacer en Belén de Juda. Herodes, el rey falso quería matar al rey verdadero, pero si, los magos eran más listos que Herodes. Por un mensaje de un ángel los magos escaparon del rey mal y el verdadero rey se llegó en Egipto, seguro y sano.
José, el anciano patriarca, tuvo sueños. Nuestro José, el padre de Jesús, también tuvo un sueño donde un ángel le avisa de que Herodes mandaría matar a los niños menores que dos niños. Ese sueño salvo al niño Jesús.
Cuando los israelitas llegaban a la tierra prometida, en tiempos de Balaán, un profeta pagano, este profeta tuvo una visión guiaría a Jacob. Una estrella salió a guiar a los magos al rey verdadero.
¿Qué es el misterio de los reyes, los magos, los regalos, los sueños, la estrella, y la conspiración de matar al rey? El misterio es que la vida de Jesús y también nuestras vidas tienen más significado que esa historia. Situaciones llegan y se van, pero si, la palabra de Dios permanecerá por siempre. Las esperanzas y los temores de todos los años se encuentran en Jesús siempre.