Por favor, lean este pasaje antes de la homilía.
Hermanas y Hermanos,
Jesús había enseñando, sanando y echando fuera a espíritus inmundos. Luego regresó a su casa, pero, todo no estaba bien. Sus actividades habían causado mucha preocupación entre sus parientes porque pensaban que lo conocían a él y que el Jesús predicador era más diferente de Jesús el Niño del Hogar.
Los principales religiosos también tuvieron problemas con Jesús. Reconocieron que Jesús había echado fuera espíritus inmundos, pero no estaban dispuestos a admitir a Jesús ningún crédito por esto. Mientras los parientes de Jesús podían pensar que Jesús estaba fuera de sí, los lideres oficiales pensaban en él como alguien aliado con Satanás. ¿Alguien podía entender a Jesús?
Si Jesús fuera agente encubierto de Satanás, por qué estaría Jesús trabajando activamente contra Satanás. Si Jesús ha atacado con éxito a Satanás, entonces alguien más fuerte que Satanás ha llegado a la escena.
Para la gente de su ciudad natal, esto estaban diciendo que alguien más fuerte que Satanás estaba aquí y que la persona común n la ciudad natal podía dominar a Satanás. Esto significa que nosotros, la genta común y corriente, podemos derrotar a Satanás.
Las familias de nuestra ciudad natal nos vieron crecer, pero no necesariamente crecieron como nosotros. Jesús señala que nuestra verdadera familia proviene de aquellos que ha aceptado nuestro crecimiento.
Enseñé a los estudiantes de secundarios en un momento. Fueron delgados, bajitos y rápidos. Ahora tienen nietos son delgados, bajitos y rápidos, mientras ellos mismos están canosos, arrugados y doloridos. ¿Estoy yo listo para recibirlos como mis iguales en su inteligencia? Quienquiera que haya llegado a reconocer a Jesús se convierte en la familia de Dios.