(Por favor lean este pasaje antes)
Mis hermanas y hermanos,
¿Qué es amor? San Pablo acusa a los corintios que ellos eran inmaduros y actuaban con criterios puramente humanos. Este no es amor. Yo veo en ustedes lo que Pablo no vio en los corintios: veo su amor.
Los corintios se sintieron de quienes fueron sólo hombres: no es este amor. Unos corintios fueron lujuriosos, avaros, idólatras, ultrajadores, y ladrones, pero si, no tenían amor. Unos corintios buscaban su provecho, no el de su próximo: Ellos no tenían amor.
La Iglesia es el cuerpo de Cristo. Hay muchas partes, pero si, se hacen un único cuerpo de Cristo. No todos pueden ser apóstoles, o hablar de parte de Dios, o enseñar a los demás. Unos pueden hacer milagros, otros curar enfermedades, otros asistir a los necesitados, otros dirigir a comunidad, otros hablar un lenguaje misterioso o bien interpretar estos lenguajes. Estos dones son para el bien de toda la Iglesia, no para sólo los que tienen estos dones, pero por sí mismos, no son amor.
¿Qué es amor? Amor gobierna las relaciones entre unos y los demás. Si no hay otros, no hay amor. Dios es amor porque Dios es tres personas, iguales en poder y majestad. Dios es amor porque las tres personas se aman un a los otros y juntos han creado el universo. Dios no ha restringido su amor a sí mismo, pero si ha le compartido con todos los hombres y cosas del universo.
El amor tiene paciencia con otros. El amor da sus bienes a otros. El amor no tiene envidia, pero si recibe a todos. El amor es humilde y se somete a los demás. El amor se pone en la piel del otro y misericordioso. El amor se alega del bien que otros tienen. El amor ve la bondad de los otros. El amor perdona. El amor todo lo cree. El amor espera el bien y soporta a todo. El amor nos junta a nosotros con los demás.
En ustedes, en su comunidad, en sus relaciones entre ustedes y con otros, veo la paciencia y la bondad, la humilde y la misericordia de su amor. A mí me gusta verlo.
Andando el tiempo, los dones desaparecerán porque no los necesitaremos otra vez, pero amos siempre permanecerá porque siempre necesitamos tener relaciones entre Dios y su creación. En la plenitud del tiempo, cuando Dios es todo en todo, la unidad de Dios con toda su creación se manifestará el amor mutuo de Dios y nosotros.